Biografía
Nací en la Ciudad de México, en el edificio que ahora alberga el museo Aunque Usted No Lo Crea (algunos dicen ver cierta conexión...).
Mi primer intento literario, cuando tenía siete años, fue un cuento sobre un triceratops y un estegosaurio que luchaban contra un T-rex hambriento. La aventura de tres páginas y diez líneas fue ilustrada en abundancia por el autor. Sin importar que los estegosaurios se extinguieron millones de años antes de que el primer T-rex rompiera el cascarón, aún considero que esta historia fue un hito en mi infancia.
Cuando cumplí diez años, Parque Jurásico (la novela) me espantó tanto que casi tuve accidentes en mis pantalones – parecido a aquel episodio de Friends donde Joey Tribiani esconde sus libros en la nevera. Hasta entonces nunca pensé que las historias en papel pudieran ser tan emocionantes y terroríficas, y en cuanto saqué a JP del congelador supe que quería ser escritor.
Después de algunos logré terminar varias novelas que a mis amigos les encantaba leer. Escribí en varios géneros, pero la novela histórica fue donde me sentí más a mis anchas.
Vine al Reino Unido a estudiar un doctorado en Ingeniería Química, trabajando como traductor para complementar mis gastos (entre otras cosas, fui responsable de varios comerciales de Johnnie Walker’s para Colombia). Mientras escribía artículos para revistas científicas comencé a acariciar la idea de una novela macabra y detectivesca.
Después de varias visitas a Edimburgo, la ciudad me pareció la locación perfecta para una historia de misterio. La idea de Nueve-Uñas McGray me llegó mientras comía pizza con varios amigos (chavos, ¿se acuerdan de la Cantina Los Perros y del monstruo marino?). La serie ya casi llega a su clímax, publicada mayoritariamente en inglés, pero poco a poco vamos invadiendo México también.
También en español se está publicando ya mi serie Muerte en San Jerónimo, donde la mismísima Sor Juana Inés de la Cruz es la detective principal.
Actualmente divido mi tiempo entre el norte de Inglaterra y la Ciudad de México (¡cuando me dejan viajar!), y vivo en lo que antiguamente era una granja lechera, con vista al ominoso Pendle Hill, donde se rumora vivían las famosas brujas de Lancashire.